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lunes, 20 de junio de 2016

''Miguel Hernández'' por José Mª García de Tuñón Aza



La publicación que voy a plasmar a continuación la he extraído de la ''Gaceta de la Fundación José Antonio Primo de Rivera – nº 140 – 17 de junio de 2016'' por el interés que suscitó en vosotros la relación, poco conocida, de Miguel Hernández y Falange. Artículo que proviene de la mano maestra de nuestro José María García de Tuñón Aza.

http://fundacionjoseantonio.es/gaceta-fja





''Miguel Hernández''

Todo el que haya leído algo de este buen poeta y excelente persona, conoce su triste final. Pero posiblemente conozcan poco de su vida que ahora no trato de biografiarla aquí porque no es mi intención. De todas las maneras, este hombre que un día se enfrentó a María Teresa León, la esposa de Rafael Alberti, cuando aquella le pegó una bofetada porque, el poeta, que venía de las trincheras en plena guerra civil donde moría mucha gente, entró en el local de la Alianza de Intelectuales y al ver el festín que se estaban dando, dijo: «Aquí hay mucha puta y mucho hijo de puta». Fue entonces cuando recibió la bofetada de María Teresa León que al final de sus días falleció en una clínica geriátrica abandonada por Rafael Alberti.

Miguel Hernández no fue un poeta del agrado de Lorca y tuvo como consecuencia que la larga lista de exegetas que tuvo el granadino se olvidaran del poeta de Orihuela, lo mismo que había hecho la generación del 27 que lo maltrató dejándolo en el olvido. Miguel Hernández le hacía sombra a García Lorca y éste no lo podía soportar: por eso el Premio Nobel José Saramago, en la clausura del II Congreso Internacional Miguel Hernández dijo, refiriéndose al día en que Lorca rehusó acudir a casa de Vicente Aleixandre porque se enteró de que allí estaba el poeta de Orihuela, dijo: «El talento del genio no da derecho a menospreciar a los demás y eso no se lo perdono a Lorca».




A Miguel Hernández, cuando es condenado a muerte, quisieron salvarle la vida los falangistas, lo que intentaron Rafael Sánchez Mazas y José Mª Alfaro cuando a través del general Varela. Se entrevistaron también con Franco y el 25 de junio de 1940, previo los trámites correspondientes, el jefe de la Asesoría y Justicia del Ministerio del Ejército, firma un oficio dirigido al capitán general de la Primera Región Militar dándole cuenta que Franco en el «procedimiento nº 21001 seguido contra Miguel Hernández Gilabert, se ha dignado conmutar la pena impuesta por la inferior en grado» que serían treinta años. No consiguieron la libertad total que querían los falangistas y que el propio Miguel Hernández esperaba. Se lo manifestaba a su mujer Josefina, con la que había contraído matrimonio canónico: «Esta semana me han dado mejores noticias que otras veces. Hasta me han traído una carta que ha recibido Vergara, en la cual se interesa por mi asunto el ministro Rafael Sánchez Mazas. Tengo bastante confianza en él, ya que es un antiguo amigo y espero que, como amigo, dará solución a esta situación mía». En la cárcel lo visitaba con frecuencia Dionisio Ridruejo que siempre iba acompañado por el grupo que hacían la revista Escorial.

Hace algún tiempo, dato que ya he referido en otra ocasión, el periodista Gustavo Morales ha descubierto un importante documento, que ha publicado en su Facebook, donde hemos podido leer que el falangista Juan Bellod Salmerón, secretario de la jefatura Provincial de de FE (T) y de las JONS certifica que conoce a Miguel Hernández, vecino de Orihuela y que le consta ser persona de inmejorables antecedentes y que garantiza su conducta plenamente, así como su fervor patriótico…. Así, pues, esta es una prueba más que como también quisieron hacer con Lorca, intentando salvarle la vida, hicieron con Miguel Hernández, el poeta marcado por el dolor, que aunque se la salvaron no consiguieron librarle de la cárcel donde murió el 28 de marzo de 1942, siete días después de dar comienzo la primavera.